Lamentamos profundamente los incidentes que han ocurrido en el marco de las reuniones de jóvenes bajo la denominación de UPD (último primer día). Este evento que lamentablemente se ha instalado para el primer día de clases de cada año, vinculado a los estudiantes que ingresan a su último año de estudios secundarios, ha generado hechos que como adultos, como estado y mucho menos como padres, no avalamos.
En los últimos años, hemos sido testigos de que este evento, que aparentemente es una celebración, se ve empañado por el consumo excesivo de alcohol, enfrentamientos, desmanes, uso irresponsable de pirotecnia y situaciones de salud que terminan en el Hospital. Es fundamental reflexionar sobre estas conductas y buscar soluciones que permitan a nuestros jóvenes celebrar de manera divertida, segura y responsable.
Como autoridades municipales, estamos comprometidos en trabajar junto a la comunidad, instituciones educativas y fuerzas de seguridad para promover un espacio de diversión sano y libre de riesgos para nuestros jóvenes. Es responsabilidad de todos fomentar valores de cuidado personal y colectivo, respeto por el entorno y convivencia pacífica.
No podemos transferir las responsabilidades de las consecuencias a ningún nivel del estado. En cambio, hacemos un llamado a la responsabilidad de la familia como los primeros y últimos en asegurar y garantizar la salud y el bienestar de nuestros jóvenes.
Instamos a los jóvenes a ser conscientes de sus acciones y a buscar alternativas para celebrar este momento tan importante en sus vidas, sin poner en riesgo su integridad ni la tranquilidad de la comunidad. Trabajemos juntos para construir un ambiente seguro y armonioso para todos.