El Vivero municipal, dependiente del área de Medio Ambiente, continúa trabajando de acuerdo al calendario estacional y las actividades que tiene programadas para el cuidado de especies autóctonas, la reproducción de plantas y las tareas de riego, armado de compost y puesta en valor del espacio natural.
“Contamos con dos invernaderos, uno donde ponemos las plantas más grandes y ya armadas que tiene entre 2 y 3 años, y otro donde están las “bebés”, donde plantamos de semilla, trasplantamos y las criamos para pasarlas al otro sector una vez que tienen un tamaño mayor”, comenzó explicando encargada del Vivero municipal, Estela López
Entre las tareas que realizan, resaltó que en invierno es cuando más trabajo tienen, ya que en esta época nacen las plantas y deben criarlas, traspasarlas, regarlas, abonarlas y hacer el trasvase general. Además Estela informó que las plantas que tiene son aquellas que resisten las condiciones climáticas de la localidad y soportan las bajas temperaturas, el frío, la lluvia y las nevadas.
“Uno de nuestros objetivos es no perder las especies autóctonas. Para eso probamos distintos métodos de reproducción. Además, con la colaboración del equipo de Plantas y Jardines, recuperamos los plantines viejos, ya que ellos nos los traen y nosotros los recuperamos para luego ser devueltos a los diferentes espacios públicos de la localidad”, explicó López.
Otra interesante tarea que realizan a diario en el vivero, en lineamiento con los cuidados del medio, es el preparado de abono y compost, que se hace con los residuos orgánicos que generan las oficinas municipales y, como dice Estela “acá nada se tira, todo se reutiliza y recupera”.
Además, llevan adelante un proyecto de cuidado de árboles quitados de la zona de los macrolotes y tienen un espacio especialmente preparado para esta tarea. “La idea es que una vez que finalicen las viviendas, estas especies sean devueltas a su lugar de origen”, expresó Estela.